El peeling químico consiste en la aplicación de un exfoliante químico (ácido) que retira las capas superficiales de la piel, mejorando su textura y su apariencia, regenerando las células y atenuando las manchas de la piel, arrugas finas, cicatrices y poros dilatados.
En función de la evaluación del doctor, y de los objetivos del paciente, se definirá el producto a aplicar, el número de sesiones, así como la época del año a realizar.
Tras la aplicación del ácido sobre la piel que logra la renovación de ciertas capas de la epidermis y/o dermis, provocando una descamación, y en algunas ocasiones un pelado. Durante su aplicación, puede provocar un ligero escozor que remite rápidamente. En los días posteriores, es normal un enrojecimiento y descamación variables en intensidad y duración en función del tipo de peeling, ya que los hay superficiales, medios y profundos.
de 20 a 30 minutos.
No requiere hospitalización, se realiza en consulta y no necesita anestesia.
El tratamiento no debe realizarse en caso de:
Conviene evitar la exposición solar previa al tratamiento.
No exponerse al sol y si hubiera que hacerlo, administrar protección solar cada dos horas.